lunes, 15 de octubre de 2007

A votar con los cordones desatados

Hace un tiempo que tengo un problema, se me desatan constantemente los cordones. Por más que esto parezca un inconveniente simple, me rompe las bolas.

Estas zapatillas que tengo ahora las tengo hace poco y hace poco que tengo el problema, porque la verdad es que al principio no lo tenía. Sí lo tenía en otras zapatillas que ta no uso, y creo que la razón por la que no las usé más es que se me desataban los cordones muy seguido. Recuerdo, que cada dos cuadras debía parar al menos una vez a atármelos.

En algún momento pensé en pasarme al bando de los mocasines, pero realmente estos tipos de calzado no me gustan.

Te das cuenta que una vez más vamos a elegir presidente, y esto es muy groso, demasiado groso. Pensá un rato en tus viejos que una mañana se despiertan con la libertad mutilada y las municipalidades llena de uniformes.

En eso nos cuesta detenernos a reflexionar: que hoy podamos expresar una idea sin tener micrófonos atrás de las llavecitas de luz, que las facultades están repletas de pibes que quieren pensar, que sólo depende de nosotros cambiar un mundo puto y jodido.

Será una mina, será un tipo nuestro próximo presidente pero tendremos una pequeña cuota de responsabilidad en esa decisión y eso es genial. Me llena el alma, si es que el alma se puede llenar.

Y seguramente nos quejaremos, y pediremos una política mas social: ¡che loco dejen de hacer pactos prostitutos, dejen de robar, váyanse malditos dinosaurios con cuentas multimillonarias en Suiza, miren por la ventana de sus depachos con muebles de algarrobo esas banderas de protesta que flamean en un país que no quiere estar más encerrado!
Entonces digo: viva esta democracia por más que a veces sólo sea una palabra. Qué lindo va a ser hacer esa cola el domingo 28, ver la boleta de Menem y seguir de largo.

De pronto a mitad de un texto sin sentido, me detengo frente al cuarto oscuro y sonrío. Tengo los cordones desatados y afuera llueve.
Y a mí que me calienta.-

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